¿De qué hablamos cuándo hablamos de sostenibilidad?
La sostenibilidad y el desarrollo sostenible son dos conceptos que oímos cada vez con más frecuencia y en todo tipo de contextos cada vez más amplios.
Esto hace que, a veces, pueda resultar confuso saber a lo que nos estamos refiriendo cuando los empleamos.
Aclaremos lo que significa sostenible, y como los entendemos y empleamos en ECOLAB.
Lo sostenible viene del concepto de sostenibilidad que es, por definición, la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social. De aquí nace la idea del desarrollo sostenible, como la manera de progresar que debe tener la sociedad para garantizar que se hace de manera sostenible, es decir, un desarrollo que no ponga en riesgo la capacidad de las generaciones futuras de seguir progresando.
El concepto de desarrollo sostenible apareció por primera vez en el Informe Brundtland, en el marco de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD) de 1987. El informe Brundtland, por el nombre de la que era primera ministra de Noruega y que presidía la comisión, alertaba de las consecuencias medioambientales negativas del desarrollo económico y la globalización y proponía posibles soluciones a los problemas derivados de la industrialización y del crecimiento de la población.
Para lograr este desarrollo sostenible a nivel global, Naciones Unidas aprobó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que plantea los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una serie de metas comunes para proteger el planeta y garantizar el bienestar social. Al adoptar esta nueva estrategia, los estados se comprometieron, durante los siguientes quince años, a movilizar todos los medios necesarios para su implementación y así poder hacer frente a los retos globales que tiene la humanidad, como son el cambio climático, la escasez de agua, las desigualdades o el hambre.
En definitiva, la sostenibilidad y el desarrollo sostenible funcionan siguiendo el principio de que no se pueden agotar los recursos disponibles de forma indiscriminada, hay que proteger los medios naturales y todas las personas deben tener acceso a las mismas oportunidades.
Arquitectura Sostenible en Ecolab
Para nosotros, en Ecolab, la sostenibilidad es el compromiso y la responsabilidad con el entorno y con la sociedad en la que desarrollamos nuestra actividad y para la que ofrecemos nuestros servicios.
Cuando hablamos de arquitectura sostenible nos referimos al diseño de edificios basado en los principios de la arquitectura bioclimática, en el uso de materias primas renovables, en el empleo de sistemas de climatización y electricidad de bajo consumo y en el uso de energías renovables.
Los objetivos de la arquitectura sostenible contemplan la creación de espacios saludables y confortables para los habitantes del inmueble, y el respeto por el medio ambiente. Para ello, se siguen una serie de estrategias de diseño, además de evitar el uso de materiales contaminantes, atender al bienestar de la biodiversidad local y hacer un uso eficiente de la energía, los materiales de construcción, el agua y demás recursos empleados para la construcción y durante la vida útil del edificio.
Estrategias de diseño de la arquitectura sostenible
Para hacer arquitectura sostenible utilizamos una seria de estrategias de diseño y de uso diario que contribuyen a reducir su gasto energético y su impacto medioambiental. Las principales son:
Elementos del diseño sostenible
Una edificación sostenible supone el uso de una serie de elementos y técnicas constructivas que contribuyen a reducir su consumo energético y su impacto en el entorno:
Ventajas de la arquitectura sostenible
La arquitectura sostenible ofrece beneficios tanto a sus usuarios como al del medio ambiente y a la sociedad en su conjunto:
La sostenibilidad y el desarrollo sostenible son dos conceptos que oímos cada vez con más frecuencia y en todo tipo de contextos cada vez más amplios.
Esto hace que, a veces, pueda resultar confuso saber a lo que nos estamos refiriendo cuando los empleamos.
Aclaremos lo que significa sostenible, y como los entendemos y empleamos en ECOLAB.
Lo sostenible viene del concepto de sostenibilidad que es, por definición, la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social. De aquí nace la idea del desarrollo sostenible, como la manera de progresar que debe tener la sociedad para garantizar que se hace de manera sostenible, es decir, un desarrollo que no ponga en riesgo la capacidad de las generaciones futuras de seguir progresando.
El concepto de desarrollo sostenible apareció por primera vez en el Informe Brundtland, en el marco de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (CMMAD) de 1987. El informe Brundtland, por el nombre de la que era primera ministra de Noruega y que presidía la comisión, alertaba de las consecuencias medioambientales negativas del desarrollo económico y la globalización y proponía posibles soluciones a los problemas derivados de la industrialización y del crecimiento de la población.
Para lograr este desarrollo sostenible a nivel global, Naciones Unidas aprobó en septiembre de 2015 la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que plantea los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una serie de metas comunes para proteger el planeta y garantizar el bienestar social. Al adoptar esta nueva estrategia, los estados se comprometieron, durante los siguientes quince años, a movilizar todos los medios necesarios para su implementación y así poder hacer frente a los retos globales que tiene la humanidad, como son el cambio climático, la escasez de agua, las desigualdades o el hambre.
En definitiva, la sostenibilidad y el desarrollo sostenible funcionan siguiendo el principio de que no se pueden agotar los recursos disponibles de forma indiscriminada, hay que proteger los medios naturales y todas las personas deben tener acceso a las mismas oportunidades.
Arquitectura Sostenible en Ecolab
Para nosotros, en Ecolab, la sostenibilidad es el compromiso y la responsabilidad con el entorno y con la sociedad en la que desarrollamos nuestra actividad y para la que ofrecemos nuestros servicios.
Cuando hablamos de arquitectura sostenible nos referimos al diseño de edificios basado en los principios de la arquitectura bioclimática, en el uso de materias primas renovables, en el empleo de sistemas de climatización y electricidad de bajo consumo y en el uso de energías renovables.
Los objetivos de la arquitectura sostenible contemplan la creación de espacios saludables y confortables para los habitantes del inmueble, y el respeto por el medio ambiente. Para ello, se siguen una serie de estrategias de diseño, además de evitar el uso de materiales contaminantes, atender al bienestar de la biodiversidad local y hacer un uso eficiente de la energía, los materiales de construcción, el agua y demás recursos empleados para la construcción y durante la vida útil del edificio.
Estrategias de diseño de la arquitectura sostenible
Para hacer arquitectura sostenible utilizamos una seria de estrategias de diseño y de uso diario que contribuyen a reducir su gasto energético y su impacto medioambiental. Las principales son:
- Diseño bioclimático. El diseño del edificio se adapta a su entorno y las condiciones climáticas locales para minimizar la demanda de energía y aprovechar los recursos disponibles, como el sol, el viento, el agua, la vegetación o la orografía, además de evitar las pérdidas y reducir el consumo del edificio.
- Diseño inteligente del espacio y de las relaciones entre las estancias, dando las dimensiones y la orientación adecuadas a la casa y a sus estancias con el objetivo de optimizar el uso de energía.
- Uso de materiales sostenibles y saludables. Se privilegia el uso de materiales renovables, como madera, piedra, fibras naturales, tierra o materiales reciclados, para minimizar el impacto de la construcción en el medio habiente y en la salud de sus habitantes.
- Uso de energías renovables, como la energía solar fotovoltaica, para reducir las emisiones de CO2 y los costes de consumo energético (luz y gas) del edificio.
Elementos del diseño sostenible
Una edificación sostenible supone el uso de una serie de elementos y técnicas constructivas que contribuyen a reducir su consumo energético y su impacto en el entorno:
- La orientación, el tamaño, la altura, la extensión e incluso el color de la envolvente se diseñan para aumentar lo máximo posible la eficiencia energética.
- Se diseña el edificio de manera que su forma y su orientación aprovechen al máximo las condiciones del clima local. Adaptando el coeficiente de forma del edificio para optimizar el intercambio de calor con el entorno y orientando las superficies acristaladas para aprovechar las ganancias solares pasivas, de manera que se reduzca la demanda de energía de calefacción y refrigeración.
- Se diseña la envolvente con un aislamiento adecuado al clima local para minimizar las necesidades de calefacción y refrigeración.
- Se pone especial cuidado en la estanqueidad de la envolvente para minimizar las fugas de calor por las uniones de los diferentes elementos constructivos (ventanas puertas, etc.).
- Se eliminan los puentes térmicos para evitar las pérdidas de calor del edificio.
- Se emplean sistemas de ventilación con recuperación de calor, de manera que el calor que se escaparía con el aire expulsado se transfiere al aire que entra renovado desde el exterior.
- Se promueve el uso del agua y vegetación en las latitudes más calurosas: árboles, enredaderas, cubiertas vegetales y fuentes se ubican estratégicamente para reducir el calor en los meses de verano.
Ventajas de la arquitectura sostenible
La arquitectura sostenible ofrece beneficios tanto a sus usuarios como al del medio ambiente y a la sociedad en su conjunto:
- Se reducen los consumos gracias a una mejor gestión de la energía y la integración con el entorno.
- Se mejora el confort higrotérmico al mantener mejores condiciones de temperatura y humedad a lo largo de todo el año.
- Se reduce la huella de carbono al minimizar las emisiones de gases de efecto invernadero, y la huella hídrica al optimizar el consumo de agua.
- Se mejoran los hábitos de vida sostenibles al promover un uso más sostenible de la energía y de los demás recursos.
- Se apuesta por la innovación al utilizar nuevos sistemas como la aerotermia, las energías renovables o el autoconsumo eléctrico.